Los calefactores eléctricos son una excelente opción para calentar tu hogar de manera rápida y eficiente, especialmente en climas fríos o como complemento a la calefacción central.
Un calefactor eléctrico es un dispositivo que utiliza energía eléctrica para generar calor y aumentar la temperatura de un ambiente. Su funcionamiento se basa en la resistencia eléctrica, la cual se calienta al pasar corriente eléctrica a través de ella, disipando el calor en forma de energía térmica.
Los calefactores eléctricos pueden clasificarse según lo que proporcionan:
Aplicación: Los calefactores por convección son un tipo común de calefactor eléctrico utilizado en hogares y oficinas. Son adecuados para calentar habitaciones de tamaño mediano a grande, ya que funcionan calentando el aire y haciéndolo circular por todo el espacio.
Funcionamiento: Los calefactores por convección generalmente consisten en un elemento calefactor, como una bobina de alambre o placas de cerámica, encerrado dentro de una carcasa de metal. Cuando se enciende el calefactor, la corriente eléctrica pasa a través del elemento calefactor, lo que lo calienta. Este calor luego se transfiere al aire circundante, que se eleva y circula por toda la habitación. A medida que el aire más frío de la habitación entra en contacto con el calefactor, también se calienta y se eleva, creando un ciclo continuo de circulación de aire.
Ejemplo: Un calefactor por convección doméstico común es el calefactor con ventilador. Este tipo de calefactor incorpora un ventilador que sopla aire sobre el elemento calefactor, acelerando el proceso de circulación de aire y distribuyendo el calor de manera más uniforme por toda la habitación.
Aplicación: Los calefactores radiantes son ideales para la calefacción puntual o para proporcionar calor suplementario en áreas específicas, como salas de estar, dormitorios o patios. Son particularmente efectivos en espacios abiertos o habitaciones con techos altos, ya que calientan objetos y personas directamente en lugar del aire.
Funcionamiento: Los calefactores radiantes emiten radiación infrarroja, que es una forma de energía electromagnética que puede viajar a través del aire y calentar objetos directamente. A diferencia de los calefactores por convección, los calefactores radiantes no dependen de la circulación de aire para distribuir el calor. En cambio, calientan objetos en su línea de visión, incluyendo personas, muebles y paredes. Los objetos calentados luego liberan el calor absorbido al aire circundante, calentando gradualmente la habitación.
Ejemplo: Un tipo común de calefactor radiante es el panel calefactor infrarrojo. Estos paneles consisten en un elemento calefactor incrustado dentro de un panel plano, que emite radiación infrarroja cuando se enciende. Los paneles calefactores infrarrojos a menudo se montan en paredes o techos, proporcionando una distribución de calor suave y uniforme.
Aplicación: Los calefactores espaciales infrarrojos son un tipo portátil de calefactor radiante que se usa a menudo para espacios exteriores o áreas interiores con mal aislamiento. Son efectivos para proporcionar calor localizado en áreas específicas, como patios, garajes o talleres.
Funcionamiento: Los calefactores espaciales infrarrojos generalmente usan una bombilla o tubo como elemento calefactor, que emite radiación infrarroja cuando se energiza. El calefactor a menudo se monta en un soporte o trípode, lo que permite dirigirlo hacia el área deseada. La radiación infrarroja calienta objetos y personas directamente, proporcionando una fuente de calor localizada.
Ejemplo: Un tipo común de calefactor espacial infrarrojo es el calefactor de patio. Estos calefactores se utilizan a menudo en patios, terrazas y áreas de comedor al aire libre para proporcionar calor durante las noches o estaciones más frías. Los calefactores de patio suelen ser altos y independientes, lo que les permite proyectar calor en un área más amplia.